Por Carlos Fernández
“Acabábamos de ‘pillar’ hachís y marihuana, pero la policía nos prendió. No es normal que se metan en los ‘negocios’ de la favela, pero sacaron las armas, nos pusieron contra el coche, y nos llevaron a comisaría. Por el camino nos amenazaron. Al parecer, se había acabado la vida para tres chavales de clase media alta. Sin embargo, al llegar, nos dijeron que pasáramos como si fuésemos sus amigos. Allí, en plena oficina, en un despacho que había vacío, mientras imprimían los papeles que nos condenaban, nos instaban a llegar a otro tipo de acuerdo. No teníamos lo que pidieron, pero nos acompañaron, casa por casa, y dimos lo que pudimos: 600 Reais y un reloj, 500 reais… Luego volvimos a la Comisaría, nos devolvieron la droga y nos marchamos. Siempre hay otro “jeito”, “otra manera” de solucionar las cosas en Brasil”. B.M, ciudadano brasileiro. (más…)