Por Cristina Sanabria
VOLVER. Volver es un verbo seductor, pero engañoso. No vuelvas al pasado, ya está, ya se ha ido, no mires atrás. Ponte los zapatos, corre, salta, baila, vuela. Huye, huye a otro lugar, aquel donde nunca fuiste y siempre quisiste ir. Camina hacia adelante, hasta llegar a un lugar inexplorado, con el que siempre te has atrevido a soñar, pero en el que nunca llegaste a estar. No tengas miedo de conocer lo desconocido, porque no hay nada más temible que no hacer lo que realmente quieres.
Recuerda que la virtud está en el medio. Tu Corazón te pide un cambio, pero tu cabeza te pide una estabilidad. Busca la balanza entre locura y cordura, porque está ahí, existe, y doy fé, de que los locos somos los más lúcidos, porque aunque no sepamos dónde vamos, o no sepamos lo que va a pasar, o qué va a ser de nosotros, nos atrevemos a descubrirlo, conocerlo, digerirlo y hacerlo nuestro, y eso, nos hace ser más fuertes, porque somos capaces de adaptarnos a todo. Y lo que para el resto es la locura de tu vida, para ti es tu día a día.
Abre la ventana al mundo y lanzate al Vacío. Grita. Más alto, que te escuchen, sin miedo, vuélvete loco y vive, pero vive del Verbo VIVIR, del verbo soñar, del ser feliz, del sonreír, del me da igual el qué dirán. Crea tu propio camino y llénalo de recuerdos que nunca olvidarás, porque es entonces cuando mirarás al pasado, y volverás atrás por unos instantes, solo para recordar lo feliz que algun día fuiste, y que serás, porque solo tú y nadie más que tú es el dueño y amo de tu destino.
Y para todos aquellos que tengáis en mente Australia, os animo a que vengáis y que lo descubráis por vosotros mismos. No obstante, voy a hacer una breve descripción para que os hagáis una idea.
Australia es un país muy FREE. Gluten Free. Cage Free and Alcohol Free. Y con esta última no me refiero a alcohol gratis, me refiero a que no se puede beber en ningún sitio. Es un país con muchas restricciones, reglas y visas, pero lo compensa su cielo azul, más azul de lo normal, sus inviernos cortos y su óceano, poco Pacífico, cubierto de olas y tiburones.
Australia es el país del aguacate. Avocado por aquí, avocado por allá. Plato estrella de los desayunos. Por cierto, desayunar casi vale igual que comer (20$), y más vale que te bebas un ‘smoothie’, que es lo que se lleva ahora, y que tenga green stuff por favor, que a las 12 tengo yoga.
Australia es el único país donde la gente no piensa que eres un mendigo si no llevas zapatos por la calle. Aquí lo guay es ir descalzo, ser surfero, y si también eres skater mejor que mejor. A este prototipo de australiano se le dan muy bien dos cosas, mantener su melena larga y hablar en un dialecto que tiende a acortar palabras. He llegado a la conclusión, que cuanto mas acortan tu nombre más aprecio te tienen.
Australia es un país gigante, para ir de una ciudad a otra son doce horas en tren, pero yo recomiendo ir en coche, y así puedes ver las importanes e históricas estatuas que hay por el camino. Solo los australianos pueden entender el porqué de poner una gamba, un plátano o una oveja en medio de la nada.
Esto es solo una pequeña introducción a la cultura, el resto, lo tendrás que descubrir por ti mismo, así que ponte tus zapatos y atrevete a dar el salto.