Por Cristina Sanabria
Nimbin, un pueblo situado a 70 km al Este de Byron Bay, es considerado como la capital hippy del continente australiano. Claramente influenciado por el movimiento juvenil de los años 60, en el cual emergió una contracultura que se preocupaba por el medio ambiente, por el rechazo a lo material, a la violencia, y que predicaba un mensaje antibelecista, parece haber resistido al paso del tiempo, en lugares como Nimbin.
Una de las grandes características de este movimiento que proliferó en todo el mundo fue su estilo psicodélico, reflejado en infinidad de colores e inspirado en drogas alucinógenas como el LSD.
Nimbin es puro color. Sus calles, sus gentes, sus cafeterías, sus casas, sus escuelas. El arcoiris está plasmado en cada rincón de esta pequeña comunidad australiana. Otra de las grandes referencias del movimiento hippy, y en este caso de Nimbin, son las drogas, y en concreto la marihuana. A pesar de que en Australia, la posesión, o consumo de drogas está penalizado por la ley, parece ser que este mágico lugar ha sido absuelto de esta condena. Ya que la venta o el consumo de marihuana es legal.
Uno de los mayores reclamos y atractivos para el turismo de este territorio de NSW es la legazilación del cannabis. Al más puro estilo Amsterdad encontrarás grandes plantaciones de hierba, cafeterías donde podrás consumir, tiendas que hacen culto a la famosa hojita, marihuana camuflada en forma de galleta, y por supuesto, productos con fines medicinales.
La prevalencia de la “drug culture” siempre ha estado acompañada por una fuerte corriente creativa, literaria y con un fuerte sentido de Comunidad, basada en la libertad y en la ausencia de jerarquías. Nimbin refleja en uno de sus carteles los pasos necesarios para construir una Comunidad, entre los cuales podemos encontrar: apagar tu tv, conocer a tus vecinos, plantar flores, usar la librería, compartir, meditar , escuhar a los pájaros o entender diferentes pensamientos.
La pequeña capital alternativa de Australia es un ejemplo de comunidad, que fomenta el uso de energías renovables, y el cultivo de sus tierras. No obstante, a pesar de que parece un lugar idealizado, desde mi punto de vista, el uso de las drogas ha dejado secuelas irreparables en algunos de sus vecinos.
Para que os hagáis una idea de los inicios hippies de Nimbin os dejo con un vídeo del Aquarius festival, evento histórico, organizado en 1973, y que fue sin duda uno de los culpables de este movimiento intacto en el tiempo.
[vimeo http://vimeo.com/66781760]
Texto y fotos
Cristina Sanabria