Marinero de Desierto

Por Enrique Coto

As-salamu alaykum a todos,

Mi nombre es Enrique Coto, un ingeniero maquinista naval de Marina Mercante que, en vez de surcar olas de agua y sal, se atrevió con surcar las dunas del Golfo Pérsico en este país tan misterioso como interesante llamado Arabia Saudita.

Oportunidades como estas para un ingeniero de 24 años como yo no salían todo los días y, a pesar de la dificultad de vivir en un país tan diferente para un gaditano como yo, me lancé a experimentar el Wahabismo en su máxima exponencia.

Arabia Saudita es mundialmente conocida como la cuna del Islam, ser la protectora de las ciudades santas de La Meca y Medina y por las leyes peculiares que tanto la hacen salir en los apartados de curiosidades de las noticias (desde la prohibición de tener un perro como mascota, que la mujer no pueda salir sin tapar a la calle o que castiguen judicialmente a unos chavales por celebrar San Valentín).

arabia

Pero Arabia no solo son abayas y paralizaciones multitudinarias del país por los rezos, en Arabia te encuentras un país en pleno crecimiento que aún no ha asimilado tanto cambio en los últimos 100 años. Encuentras un país que lucha por progresar a su modo intentando mantener intactas las tradiciones, en el que los jóvenes luchan duro a diario por cosas tan fáciles en occidentes como poder decir a una mujer a la cara «te quiero».En este tipo de países es donde más descubres de ti mismo, de supervivencia y de compañerismo. Puesto que lograr hacerse un amigo no es un mero trámite de cortesía… ¡es un segundo trabajo de mucho esfuerzo y horas extras!

Pero tras seis meses en el Golfo Pérsico y cerca de dos en Jordania (país al que hago y haré frecuentes viajes por razones laborales) he logrado acumular unas cuantas páginas de anécdotas en mi diario personal, el cual intentaré compartir con todo aquel que lo aprecie y/o quiera.

Solo me queda despedirme dando ánimos y coraje a todo aquel que me lea y esté pensando en venir a la tierra de Muhammad. Desde mi humilde experiencia estaré dispuesto a ayudar en lo posible (conozco un sitio de comida italiana que quita rápido las penas), y aconsejar desde la humildad.

De momento empiezo dando un gran consejo: «Venid cargados de paciencia y recibid siempre con una sonrisa el «Bukra Inshalláh» (mañana si Dios quiere)». Quien ronde este país pronto comprenderá a que me refiero y agradecerá mucho mi consejo.

Masalamah!

Texto y fotos
Enrique Coto
@Quioscore
http://taslocoirtetanlejos.wordpress.com/

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